5 de febrero de 2014

¿Derecho u obligación?

Pobres de nosotros si siempre viviéramos encerrados en nosotros mismos. Pobres de nosotros si no pudiéramos comunicar nuestros pensamientos, nuestras ilusiones, nuestros afectos, al mundo exterior. Pobres de nosotros si siempre viviéramos en una habitación triste y gris. La fotografía que he elegido para este certamen es eso, una habitación triste y gris. Creo que representa muy bien cómo serían nuestras vidas si nunca pudiéramos comunicarnos al exterior. Necesitamos dar a conocer al mundo lo que sucede en nuestro interior. Necesitamos abrir esa ventana y dejar que un soplo de aire fresco invada nuestra habitación y que los rayos del sol exterior calienten y enriquezcan nuestras almas a la vez que nosotros enriquecemos al mundo con nuestra presencia.

Por eso la libertad de expresión, más que un derecho, es una necesidad, una obligación.

Ramón Díaz Perfecto
Colegio El Redín, Pamplona